Siro: «2025 será un año de inflexión para las pymes argentinas»

Guillermo Siro describió el 2024 como un año extremadamente difícil para el sector pyme. “Hemos llegado a diciembre con muy poca espalda. Este es el año de punto de inflexión: vamos a ver quiénes llegan parados y con rentabilidad para poder empezar a recuperarse”, expresó. Según el titular de CEPBA, la recesión económica alcanzó niveles de depresión en los primeros meses del año, y aunque algunas empresas lograron resistir gracias a reservas previas, muchas quedaron al borde del colapso.

Siro destacó que la sostenibilidad de las pymes depende no solo de políticas macroeconómicas viables, sino también de la eficiencia en la gestión. “Han caído aquellas pymes que dependían de la rentabilidad por inflación o de la bicicleta financiera. Las que invirtieron en tecnología y productividad, aunque con esfuerzo, lograron mantenerse”, afirmó.

Sin embargo, advirtió que la actividad económica por sí sola no es suficiente: “Necesitamos rentabilidad. Sin ella, es imposible consolidarse y crecer”.

Presión fiscal y cancha desigual

Otro tema central del análisis de Siro fue la presión tributaria que enfrentan las pymes. “El 50 por ciento del precio de un producto en un carrito de supermercado son impuestos. Además, producir en la provincia de Buenos Aires es mucho más caro debido a los altos tributos provinciales y municipales”, señaló.

Criticó también la apertura de importaciones sin condiciones equitativas. “No tenemos problema en competir, pero necesitamos una cancha nivelada. Hoy enfrentamos impuestos que son confiscatorios, mientras competimos con productos de países que no cumplen normas internacionales ni enfrentan la misma presión fiscal”, explicó.

Reformas estructurales y el futuro de las pymes

De cara al 2025, Siro destacó la necesidad de implementar una profunda reforma impositiva. “Todos deberían pagar menos, pero que paguen todos. Además, los recursos públicos deben administrarse eficientemente. No podemos seguir sosteniendo una estructura estatal que aumenta los costos de producción y reduce la capacidad de consumo”, afirmó.

Además, abogó por un financiamiento enfocado en proyectos de inversión y no en gastos corrientes: “El crédito debe servir para desarrollar infraestructura y mejorar la competitividad, no para pagar sueldos o gastos operativos”.