Proyectan exportar en 2030 unos 250 millones de litros de vino: «Es ambicioso pero cumplible»
La actualización del Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) hacia 2030 define un horizonte más cercano en el tiempo, con metas «medibles y cuantificables» pero también «objetivos estratégicos y complementarios», aseguró la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar).
«El respeto por la diversidad y pluralidad de actores, la sostenibilidad económica, social y ambiental le dan multidimensión a un plan que innova y pone especial foco en lo ambiental, lo social y el turismo del vino», agregó la entidad, en la previa de la presentación que se dará el próximo 6 de marzo en el INTA de Luján de Cuyo, en el tradicional desayuno de vendimia.
Para 2030 se espera que las ventas al mercado doméstico alcancen los 1.000 millones de litros, las exportaciones de vino fraccionado 250 millones de litros por US$ 1.000 millones y las exportaciones de vino a granel los 150 millones de litros por US$ 100 millones.
También se prevé que las exportaciones de jugo de uva concentrado alcancen las 150.000 toneladas por US$ 150 millones, las exportaciones de pasas de uva las 50.000 toneladas por US$ 100 millones y las exportaciones de uva de mesa las 15.000 toneladas por US$ 30 millones, totalizando exportaciones por US$ 1.380 millones.
«Se trata de metas ambiciosas pero cumplibles, necesarias para ordenar y conducir esfuerzos; y marcar así un camino plural y conjunto, que busca el crecimiento de todos los actores de la vitivinicultura argentina. Los ejes estratégicos del plan original, la promoción del vino en el país y el mundo, y la integración de productores continúan vigentes, pero surgieron con fuerza temas de sostenibilidad, no sólo ambiental sino también social y económica», remarcó el titular José Alberto Zuccardi.
Todas estas metas serán auditables en forma anual y serán rediscutidas cada tres años en los foros sectoriales, remarcan desde la Coviar.
«El PEVI 2030 incluye un dinamismo en la revisión de los objetivos del plan, plantea instancias de evaluación», resaltó el presidente de la Coviar, José Alberto Zuccardi, en diálogo con Télam.
Esto le da al plan un carácter «multidimensional e integral, y que buscan favorecer la sostenibilidad social, económica y ambiental», sostuvo la entidad.
De esta manera, «se refuerza la visión del nuevo PEVI2030, que busca desarrollarse mediante un proceso plural y de aprendizaje, y a partir de los aportes de todos los actores referentes de la industria vitivinícola argentina», concluyó.
«Venimos de una economía donde se prioriza la rentabilidad de las empresas sin tener presente cuál es el impacto de la actividad socialmente; creo que en la vitivinicultura surgió la necesidad de maximizar la rentabilidad social de la actividad, una visión mucho más abarcativa de la sostenibilidad, que muchas veces -sobre todo en las grandes empresas- no está», enfatizó Zuccardi.