Neumáticos «verdes», en qué está innovando la industria del caucho
Lograr una movilidad sostenible es un trabajo integral de la cadena de valor. Toda la industria debe adaptarse para buscar soluciones con bajo impacto ambiental y social. En este sentido, un actor clave es la industria de neumáticos, que ha cambiado sus estrategias para que, a través de la innovación, pueda crear e incorporar productos y materiales más sostenibles.
«Bridgestone definió una visión para proporcionar valor social y al cliente como una empresa de soluciones sostenibles hacia el 2050″, subraya Rodrigo Escudero, gerente de Asuntos Públicos y Prensa de Bridgestone. Como parte de su estrategia para lograrlo, en 2020 establecieron el nuevo conjunto de metas a mediano plazo, denominadas Hitos 2030. Guiada por estos, la empresa está acelerando sus esfuerzos para desvincular el crecimiento empresarial de los impactos ambientales adversos y del aumento en el consumo de recursos.
En el desarrollo de neumáticos más sostenibles, Escudero, indica que: «Bridgestone ha buscado constantemente reducir el uso de recursos en su negocio de neumáticos y caucho a través de iniciativas como el desarrollo de productos «Dan-Totsu» que cuentan con una vida útil más larga y que, por ende, requieren una menor cantidad de recursos». Al mismo tiempo, la compañía está impulsando la reutilización de recursos en sus negocios de soluciones, que brindan valor a los clientes en la fase de uso del producto. Un ejemplo de esto es su negocio de recapado (neumático a neumático), realizado a través de su marca Bandag, en el que se reemplaza la banda de rodamiento de los neumáticos desgastados para poder reutilizarlos. De esta manera, también aportan a la movilidad sostenible. «A través de Bandag nos convertimos en aliados para los transportistas al ofrecer un servicio totalmente seguro, extendiendo la vida útil del producto y garantizando el mismo rendimiento que un neumático nuevo», explica.
El proceso de recapado permite reutilizar un producto que ya está en circulación para que, reemplazando uno de sus componentes, pueda ser utilizado como uno completamente nuevo. En este sentido, al aumentar la vida útil de un producto generan una disminución en la producción, comercialización y distribución de neumáticos completamente nuevos, lo que genera una reducción en los materiales utilizados y el impacto que toda esta logística representa para el ambiente. En esta línea, comparando el consumo de recursos naturales, para un neumático nuevo se necesitan 80 litros de petróleo crudo, mientras que para uno recapado se necesitan solo 25 litros de este recurso natural.