Informe CAME: ventas minoristas pymes subieron 9,1% anual en agosto
Las ventas minoristas pymes a precios constantes crecieron 9,1% frente a agosto 2020. El 40,6% de los comercios relevados declaró estar mejor que en 2019, aunque las ventas todavía se ubican 6% por debajo de ese año.
El consumo continuó recuperándose, aunque muy atado a las restricciones de los bancos en el financiamiento con tarjetas de crédito, y la incertidumbre electoral, que incidieron sobre todo en la venta de bienes durables.
Así surge del Índice de Ventas Minoristas Pymes elaborado mensualmente por CAME. Analizando las ventas a precios constantes de agosto 2021, los resultados son:
– Frente a julio 2021, crecieron 0,6%, con los mayores aumentos en Jugueterías y librerías (+17,7%), Ferreterías, materiales eléctricos y construcción (+10,7%) y Farmacias (+4,2%). Las mayores caídas ocurrieron en Calzado y marroquinería (-8,1%), Alimentos y bebidas (-4,1%) e Indumentaria, lencería y accesorios (-3,0%).
– Frente a agosto de 2020, crecieron 9,1%, con las mayores tasas de variación en Indumentaria, lencería y accesorios (+38,5%), Jugueterías y librerías (+24,0%), y Ropa y art. deportivos y de recreación (+26,4%). Hubo caídas en Alimentos y bebidas (-7,1%) y Perfumería y cosmética (-8,8%)
– Frente a julio 2019, las ventas cayeron 6,0%, con las mayores bajas en Perfumería y cosmética (-27,6%) y Neumáticos y repuestos de autos y motos (-17,1%).
– En los primeros 8 meses del año las ventas minoristas pymes acumulan un alza anual de 13,7% frente a iguales meses de 2020 y bajan 12,3% vs iguales meses 2019.
Los resultados se obtuvieron sobre el promedio de las tasas de variaciones mensuales y anuales informadas por786 comercios del país entre el 1 y 3 de septiembre.
De los 11 sectores relevados, 9 finalizaron el mes con subas anuales, mientras que 2 cayeron. Incidieron positivamente en las ventas la estabilidad del dólar, los incrementos salariales, la menor inflación del mes, y la mayor inyección de dinero desde el Estado hacia los hogares.
En cambio, le pusieron un freno: la incertidumbre electoral, las restricciones de los bancos al crédito para el consumo, los problemas de ingresos de las familias y la menor cantidad y variedad de mercadería en los locales.