La UIA presentó su “Libro Blanco” con más de 100 propuestas
Sostener la recuperación de 2021 y transformarlas en crecimiento”, es la premisa que sostiene el denominado “Libro Blanco” con propuestas de política industrial que presentó ayer la Unión Industrial Argentina.
La exposición estuvo a cargo del presidente de la casa fabril, Daniel Funes de Rioja; su vicepresidente, Miguel Angel Rodríguez y el director ejecutivo, Diego Coatz.
El documento, elaborado con la participación de todas las cámaras que forman parte de la entidad, realiza un diagnóstico del punto de partida económico e incluye metas para alcanzar en los próximos cuatro años a partir de las medidas propuestas. Los dirigentes a cargo de la presentación también comentaron que el texto fue aprobado por unanimidad en el Consejo General, máximo órgano de la UIA.
El año pasado, la industria mostró un crecimiento de 15,8% luego de una fuerte caída acumulada en los tres años previos que se sumó al estancamiento que ya vivía el sector. El Gobierno, luego del impacto de la pandemia, puso principal foco en el incentivo al sector productivo, algo que también destacan las autoridades de la UIA.
Los objetivos
El diagnóstico de la casa fabril menciona que, “pese a cierto aumento de la producción, las exportaciones y el empleo, la recuperación fue heterogénea entre sectores y regiones”. Allí se aclara también que los indicadores industriales presentan una brecha respecto de los máximos históricos y “tienen espacio aún para continuar desarrollando todo su potencial”.
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En ese sentido, se plantearon cuatro objetivos principales para alcanzar en los próximos cuatro años si es que se llevan adelante las propuestas del “Libro Blanco”:
- Que la actividad industrial crezca 27% para recuperar el máximo per cápita.
- Crear 268.000 puestos para alcanzar el ratio de 30,1 puestos por cada 1.000 habitantes.
- Que las exportaciones industriales aumenten al menos unos US$ 14.200 millones para retornar al máximo per cápita (US$ 950 per cápita).
- Que se creen 7.400 empresas exportadoras para alcanzar el máximo de 3,7 empresas cada 10.000 habitantes y brindar sostenibilidad a un proceso de crecimiento en materia de sector externo.
Desarrollo de sectores
El texto también hace hincapié en la necesidad de que nuestro país desarrolle una amplia cantidad de sectores con potencial para generar dólares.
“En cada una de las regiones de nuestro país existen recursos cuyo desarrollo es valioso para la generación de divisas, tanto a través de exportaciones adicionales como de atracción de inversiones locales y extranjeras (agroindustria, Vaca Muerta y exploraciones de hidrocarburos offshore, foresto industria, minería, entre otros)”, consigna el documento.
En tanto, la UIA considera que a la par de los recursos naturales es importante pensar en una “política industrial integral”, con políticas de Estado coordinadas en los diferentes niveles, y orientadas a mejorar la estructura productiva nacional. “Contemplando en forma articulada los aspectos productivos (sectoriales y regionales), el desarrollo tecnológico y la competitividad nacional”, resaltaron.
De todas formas, aclararon que no es suficiente con la explotación de recursos naturales, sino que la clave estará en la agregación de valor de las grandes empresas y las pymes que las proveen. Así se resolverían cuestiones tales como el empleo, la integración social y federal, la calidad del sistema educativo y tecnológico.
“Dar continuidad al proceso de crecimiento requiere de políticas macroeconómicas y productivas que orienten las variables hacia un proyecto productivo de largo plazo, con incentivos a la inversión y las exportaciones”, afirmó la casa fabril.
Límites macro
Los industriales vienen repitiendo que, entre otros muchos factores, el principal limitante para el crecimiento del sector es la incertidumbre macroeconómica que genera la inestabilidad local. Un problema que no es nuevo, pero al que no se le ha encontrado una salida todavía.
Sobre el acuerdo con el FMI, la visión de la entidad es que es un paso necesario para la “necesaria normalización” de las relaciones financieras internacionales de nuestro país y una puerta para crear condiciones sostenibles de crecimiento. “Es una condición necesaria, pero no suficiente”, remarcó Funes de Rioja durante su intervención.
En el “Libro Blanco” se asegura que será fundamental resolver los problemas macroeconómicos recurrentes: “restricción externa, brecha cambiaria, elevada inflación, desequilibrio fiscal e incremento de la presión tributaria al sector formal, que limitan el proceso de desarrollo sostenido y condicionan el desempeño de la política industrial”.
Ejes prioritarios
En ese sentido, el documento contiene propuestas en tres direcciones. Cuatro ejes prioritarios con cuatro iniciativas parlamentarias para impulsar la producción. También posee medidas con foco en el desarrollo federal y medidas orientadas a dar un salto de productividad y competitividad.
“El objetivo es recuperar los indicadores industriales en los próximos cuatro años, con políticas de Estado que trasciendan Gobiernos”, explicó la UIA. Para esto, será crucial el trabajo en los “cuatro ejes prioritarios” que consigna el trabajo.
- Esquema de incentivos a las inversiones industriales. “Una agenda para dinamizar la inversión vía incentivos fiscales, económicos. Propuestas para una simplificación tributaria que permita reducir la carga administrativa y adecuar la normativa en iniciativas sin impacto fiscal”.
- Nuevas realidades laborales. “Propuestas laborales y fiscales para generar empleo formal e iniciativas para fortalecer la educación y la formación profesional”.
- Desarrollo pyme y dinamismo empresarial. “Un paquete de medidas para fomentar el desarrollo con una perspectiva federal. Dichas iniciativas nacen de un abordaje integral que incluye los desafíos de la transformación digital, el crecimiento de la escala, la inversión productiva, el fomento a la creación de nuevas empresas y el fortalecimiento del entramado empresarial”.
- Promoción de exportaciones. “Un conjunto de medidas de fomento para el desarrollo de las exportaciones industriales que abarca la readecuación del sistema de derechos y reintegros de exportación, tasa estadística, ‘drawback’, promoción del ‘forfaiting’, entre las principales acciones”.
Desarrollo federal
En tanto, para la casa fabril es prioridad que el desarrollo sea federal, al que se le dedica un apartado específico. “La industria debe llegar, y seguro va a hacerlo, a todos los puntos del país”, sostuvo Funes de Rioja.
“Los desafíos del país de cara al futuro requieren de un cambio paradigmático en lo que refiere al desarrollo de las economías regionales y la infraestructura económica (transporte, logística, energía, agua y telecomunicaciones) no solo para alcanzar una explotación sostenible de los recursos naturales, sino también para avanzar hacia el cambio estructural progresivo que facilite el desarrollo con igualdad y sostenibilidad”, señala la entidad.
Las propuestas de desarrollo federal cuentan con un apartado vinculado al Consenso Fiscal y a la importancia de las políticas activas orientadas a reducir las asimetrías entre regiones. Además, dicho apartado incluye un Plan de Infraestructura Federal y cuenta con propuestas para cada una de las regiones (NOA, NEA, Cuyo, Centro y Patagonia) en materia tributaria, de infraestructura y de incentivos industriales.
Finalmente, el “Libro Blanco” contiene más de 100 propuestas de acciones y medidas necesarias para impulsar la productividad y la competitividad en términos estructurales, como parte de una política industrial que debe ser integral, con una mirada prospectiva que conjugue las necesidades de la coyuntura con una mirada estratégica a mediano y largo plazo.