«La mitad de las pymes siguen cayendo»
La recuperación económica es profundamente heterogénea, aunque la luz al final del túnel está cada vez más cerca con el avance de la vacunación. Esta semana la Unión Industrial Argentina (UIA) informó que más de un tercio de las empresas tuvieron una caída en enero en su producción, mientras que en un 24,7% aumentó y no tuvo variaciones en el 41,4%.
Si se analizan las 264 ramas industriales de la Argentina, en términos de empleo formal, el 45% persiste en niveles por debajo de la prepandemia, de acuerdo a los datos del Centro de Estudios para la Producción (CEP).
Los sectores industriales que traccionan la recuperación, si se toma como indicador el consumo de energía, son el automotriz con una expansión del 17,5% interanual, la producción de materiales para la construcción en las grandes empresas (24%) y la siderurgia. La producción de acero -impulsado por los sectores mencionados previamente- subió un 24,3% interanual, según el panorama productivo de febrero del CEP.
«La mitad de las pymes siguen cayendo. Intentan una recuperación incipiente, traccionada sólo por el 40% de las empresas. Excepto los rubros de fabricación de productos electrónicos e informáticos, en el resto hay una grieta importante entre las que crecen y las que siguen cayendo«, explicó Pedro Cascales, secretario de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y, agregó: «Las pymes quedaron mucho más debilitadas y descapitalizadas que las grandes empresas».
En el otro extremo, las ramas de la economía más golpeadas se caracterizan por ser no esenciales o estar vinculadas a la sociabilidad. Es el caso de la gastronomía, hotelería, transporte de pasajeros, cultura, entretenimiento, el sector textil. Por ejemplo, en la confección de prendas de vestir hubo una reducción de 3300 puestos de trabajo entre noviembre de 2019 y 2020 y, en la de calzado se redujeron 1200 empleos.
«El mayor impacto en el sector gastronómico se dio en las grandes capitales. Antes había importantes contingentes que las visitaban por trabajo o turismo e impulsaban la gastronomía de almuerzos. A eso se le suma que la mayoría de las personas no están trabajando en modalidad presencial», apuntó Fabricio Di Gambattista, vicepresidente de turismo de la CAME.
La heterogeneidad impacta según el tamaño de las empresas, las regiones, la modalidad de contratación y sectorialmente. La caída del nivel de actividad, que se hundió un 10%, fue mucho mayor al retroceso del empleo formal de 3,4%. Sin embargo, en lo que respecta a la parte informal de la economía según la última Encuesta Permanente de Hogares entre septiembre de 2019 y 2020 se perdieron un tercio de los puestos de trabajo no registrados.
«La dinámica heterogénea se verificó en el mercado de trabajo formal: los empleos de asalariados privados cayeron un 3,4% (-202.000 puestos), mientras que los monotributistas y autónomos un 1,4% (-40.000 puestos)», explicaron desde la consultora Ecolatina.
Se registran disparidades y distintas velocidades de recuperación de acuerdo al tamaño de las empresas. En enero, las micro empresas aumentaron en un 47,2% la necesidad de acceder a créditos, pero sólo un 11,7% accedió a líneas de financiamiento impulsadas por el Gobierno. En cambio, en las grandes empresas aumentó en un 19,2% la necesidad de financiamiento y un 73,1% tuvo acceso, de acuerdo al último informe de la UIA.
«La recuperación es más lenta en las pymes, más allá de que en el promedio se ve una industria en una situación igual o un poco mejor que prepandémica», explicó José Urtubey, vicepresidente de la UIA y, concluyó: «hoy lo más crítico en la Argentina es el crédito, en el sector privado es de un 10% del PBI».