En circunstancias extremas solo debemos pensar en trabajar juntos
Pensando en cómo uno tiene que reaccionar frente a una pandemia y qué es lo que le va a contar a sus hijos y nietos como experiencia de vida en caso de que ellos tengan que atravesar grandes dificultades como la que hoy vivimos, se me vienen varias cosas a la cabeza.
Las PyMEs somos el 80% de las generadoras de empleo, los pilares de la reactivación económica de las economías regionales. En este momento se me viene el recuerdo de una experiencia que hemos vivido un grupo de dirigentes empresariales el pasado mes de febrero en un programa nacional de liderazgo en el cual realizamos el Cruce de los Andes llevando adelante la misma gesta de José de San Martín y su Ejército. Éste ejemplo lo traigo a relación ya que durante esos días, viviendo a la intemperie y con un clima hostil, pude ver como afloran distintas actitudes humanas. Lo mismo ha pasado con esta pandemia.
Hemos visto actitudes muy individualistas por parte de algunos empresarios que creyeron que se iban a salvar solos (corporaciones, bancos y algunos pymes también), que luego se dieron cuenta que solamente en unidad de acción y de trabajo uno puede atravesar esta difícil situación.
En este caso debemos pensar en trabajar codo a codo con los trabajadores, que defienden su fuente de trabajo, que ponen el cuerpo en un tiempo totalmente adverso, ya que hubo muchas pymes que no pudieron operar por más de 4 meses, otros que tuvimos la posibilidad de abrir, pero que los ingresos fueron del 30 o 40%, muy por debajo de los costos de funcionamiento.
Masiva protesta contra la cuarentena y la reforma judicial, entre otros reclamos al Gobierno
Se avecinan tiempos en donde debemos comenzar a pensar en la recuperación pos pandemia. Y para eso debemos seguir fomentando un trabajo en conjunto con todas las entidades empresarias, con los trabajadores, con el gobierno y con toda la cadena de valor. Esta unidad nos ha permitido sobrellevar este más de centenar de días de cuarentena.
Es importante mencionar que a lo largo de estos días, según algunas encuestas que se han realizado, hay cientos de comercios que han cerrado sus puertas. Solo basta hablar con los distintos intendentes de la provincia de Buenos Aires para que así lo confirmen. Las pymes venían sufriendo un desgaste desde hace cuatro años y éste virus sólo ha logrado agravar esa situación. Ha caído la demanda debido al cierre de los comercios, a que la gente ha retraído su decisión de compra, ya sea porque sabe que puede perder su empleo en cualquier momento, o porque corre riesgo de contagio y va a tener que atravesar un problema de salud.
Por todo lo contado es que a la hora de transmitir lo vivido a las próximas generaciones debemos hacer referencia a que hay que trabajar en conjunto, en unidad, mirando hacia arriba y hacia abajo, mirando la cadena de valor, a sus clientes y proveedores, acordando y trabajando con ellos. Trabajando hacia los costados con sus colegas. Trabajando con el gobierno. Trabajando con los bancos públicos, ya que los privados no han estado a la altura de la circunstancias, y reclamando también nuestros derechos en virtud de las tarifas irrisorias que nos están cobrando, que no condicen con la realidad ya que estando cerrados cobran lo mismo que si estuviéramos en funcionamiento. También reclamando por aquellos proveedores que se aprovechan de la situación y efectúan aumentos de precios encubiertos.
Estas últimas prácticas son las que nos permiten ver las grandes miserias, que al igual que la experiencia del Cruce de los Andes que relaté, aparecen en situaciones límite.
Guillermo Siro Presidente de la Confederación General Económica de la provincia de Buenos Aires