Así lo señaló la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), al realizar un balance por los seis fines de semana largos perdidos por la cuarentena y las vacaciones de invierno.

El turismo regional del país perdió ingresos por 77.890 millones de pesos entre marzo y agosto por el impacto de la pandemia de Covid-19 y las estrategias sanitarias para morigerar el daño sanitario.

Así lo señaló la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), al realizar un balance por los seis fines de semana largos perdidos por la cuarentena y las vacaciones de invierno. Esta estimación incluye lo que se hubiera gastado en forma directa por turistas y excursionistas.

La cifra asciende a $ 77.890 millones, de los cuales $ 66.347 millones corresponden a mermas por turistas y $ 11.543 millones por excursionistas (gente viaja por un día)”, señaló el vocero de CAME, Pedro Cascales al medio Cadena 3.

En el periodo de marzo a agosto se esperaban que 11,6 millones de turistas y 19,7 millones de excursionistas se desplazaran por el país. Cascales aseguró que esto afecta a las economías regionales y que es un número “impactante” por la pérdida que ha tenido el sector.

Hay que tener en cuenta que estos valores son solo de los fines de semana largos y vacaciones de invierno, a esto se debe agregar el movimiento generado por congresos y convenciones; turismo estudiantil y educativo (estimado en 100 millones de USD); turismo social (por ejemplo jubilados) turismo corporativo, religioso, de salud, deportivo, entre otros.

“Es el sector más afectado de la economía porque desde antes al 19 de marzo (día que se anunció la cuarentena) ya regía la suspensión de la actividad y, lamentablemente, será el que más tarde se recuperará”, añadió Cascales.

Ante esto, confederación pide que el Estado asista a toda la cadena del turismo (hoteles, gastronómicos, agencias de viaje, transportes, etc). “Reciben el ATP, pero en muchos casos no alcanza porque la facturación es nula. Además, hay que cubrir alquileres, proveedores e impuestos, entre otras cosas”, indicó.

Por último, advirtió que los estudios arrojan que el 10% de las pequeñas y medianas empresas, que son alrededor de 60 mil casos, ya se cerraron o están pronto a hacerlo.

“Este universo de 60 mil empresas traducido a puestos de trabajo pueden representar un piso de 300 mil hasta 600 mil personas”, concluyó Cascales.