El titular de la Unión Industrial Argentina aseguró que, en nueve años, el país perdió 50 mil empresas
El presidente de la Unión Industrial Argentina, Daniel Funes de Rioja, manifestó que «el mensaje de Massa nos resulta esencial», pero que «desde la UIA estamos sufriendo la restricción cambiaria«. A vez, expresó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9) su preocupación por las 50 mil empresas que perdió el país en los últimos años.
Ayer estuvo escuchando a Sergio Massa en el encuentro empresarial del Consejo Interamericano de Comercio y Producción. ¿Qué balance puede hacer al respecto?
Hemos tenido alguna conversación con el ministro Sergio Massa y ha manifestado cosas que son importantes que se puedan llevar a cabo. En primer lugar se trata de la estabilización macroeconómica. Es decir, Argentina no puede solo atacar las consecuencias de los problemas, sino las causas. Este es un problema crónico por las idas y vueltas de las políticas. Los cambios políticos influyen en la economía y falta previsibilidad para la inversión del sector privado.
El mensaje de Massa nos resulta esencial, teniendo en cuenta el reacomodamiento interno del Gabinete, a partir de un Ministerio de Economía centralizado. Desde la UIA estamos sufriendo la restricción cambiaria y, cuando empieza la falta de insumos, la presión de la producción la sentimos. En ese sentido, encontramos un canal de diálogo con Massa para hablar de estos temas, a la espera de soluciones.
Algunos plantean que, para bajar la inflación, se va a producir recesión. Y si uno no quiere producirla, no va a poder bajar la inflación. Desde el punto de vista empresario, ¿cuál es el mal menor?
Un proceso inflacionario como el que está viviendo el país, que incluye el tema de a restricción cambiaria, termina asociando las dos cuestiones. Por ende, hay que tener una visión global y estructural. En algunos rubros hay alguna retracción porque no se sabe si se va a contar con los insumos necesarios. Entonces se para o se cambia el ritmo de producción. Todo esto está sucediendo, pero se puede manejar.
Nosotros queremos que la Argentina se normalice económicamente y que se puedan acordar políticas de Estado. Como empresarios, pedimos certidumbre en las reglas de juego. Vemos que nosotros teníamos, en el 2013, más de 600 mil empresas del sector privado. Hoy son 552 mil empresas. Pero no pasó en un día.
En segundo lugar, en el último año creció el empleo privado registrado en el 3,5%. Pero en el trabajo en negro crece un 20,2%. Entonces, Argentina tiene problemas serios en el empleo de calidad y en la cantidad de empresas privadas.
Además, es muy fácil decir que la inflación es culpa de los empresarios. Pero cuando uno produce, lo que busca es tener determinada rentabilidad, sin llevar las cuestiones al límite de no poder vender. Entonces, con la proyección que estamos hablando de una inflación del 100%, ya eso es incompatible con una vida razonable.
Por último, Argentina ocupa el décimo lugar de presión tributaria y recaudación por el PBI, entre los 30 países seleccionados para el estudio. Pero lidera el ranking, junto con Brasil, cuando se observa la presión fiscal sobre el sector formal.
Somos el país con mayor carga en tres de los siete impuestos analizados. Ese es el cuadro que hay que ver en conjunto. Pero no hay que apuntar sólo a un gobierno para solucionar esto, sino a una cantidad más importante de años.