La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) ha emitido un informe que revela que la producción mundial de vino en 2023 se encuentra en su nivel más bajo en 60 años. Este año se experimentó una disminución del 7% en la producción global, lo que la sitúa por debajo de los niveles de 1961, marcando un hito negativo en la historia vitivinícola.

A pesar de que Francia lidera la producción a nivel mundial, no pudo compensar la disminución significativa en el resto de la Unión Europea, donde sequías y el hongo mildiu afectaron gravemente los cultivos. Por otro lado, Estados Unidos mostró un aumento del 12% en su producción. Sin embargo, en el hemisferio sur, varios países, como Argentina, Chile, y Australia, enfrentaron caídas de entre el 20% y el 30% debido a condiciones climáticas desfavorables.