Las bodegas reclaman la suba del «dólar Malbec» ante la fuerte caída de exportaciones
Las principales empresas productoras de vino, agrupadas en la entidad que las nuclea, advirtieron respecto de la crítica situación que atraviesa la industria. En ese marco, “Bodegas de Argentina”, la organización integrada por las los mayores productores de vino del país, dio a conocer en las últimas horas un comunicado en el que alertaron y manifestaron su preocupación por la actual situación de las exportaciones dentro de la actividad vinícola.
«Queremos expresar a las autoridades nacionales, provinciales y a la opinión pública en general la situación que calificamos como crítica», señalaron como clara advertencia de la gravedad del panorama. Además, denunciaron en forma precisa, puntualizando que la situación a la que definieron como “crítica”, se debe a las demoras que deben afrontar para poder realizarse los pagos al exterior.
En ese contexto, la entidad en representación de las empresas productoras reclamó la suba del denominado “Dólar Malbec”, la divisa especial para las economías regionales.
Fuerte caída en las exportaciones y sus efectos
En concreto, los niveles de exportación de los vinos argentinos se están desplomando, lo que genera gran preocupación en el sector bodeguero. Los especialistas señalan que la gravedad de la situación queda manifiesta al ver las estadísticas durante el primer semestre del año.
Las cifras reflejaron que las ventas de vinos argentinos al exterior se desplomaron hasta alcanzar el 26,8%, en el caso de los fraccionados, mientras se registró una baja del 44,5% en el caso de la venta a granel.
l dólar Malbec, a $ 380, «como mínimo»
Respecto del valor de la divisa especial para la industria vitivinícola, las empresas productoras agrupadas exigen un incremento del tipo de cambio especial. «Necesitamos una suba cercana al 30%. Debería estar, como mínimo en $ 380», señalaron desde el sector. Asimismo, reclaman «variabilizarlo para que evolucione con el tipo de cambio oficial».
Como agravante del cuadro crítico, la última cosecha arrojó volúmenes muy bajos producto de las heladas tardías, la falta de agua y condiciones climáticas adversas (granizada), que afectaron con fuerte impacto a gran parte de las regiones vitivinícolas mendocinas.